Biodogtor

LA FUNDACIÓN SEVE BALLESTEROS HA COLABORADO CON EL PROYECTO LA HUELLA OLFATIVA DEL CÁNCER

El Proyecto la Huella olfativa del cáncer tiene como objetivo la detección precoz del cáncer a través del olfato canino. Biodogtor, asociación sin ánimo de lucro constituida por guias caninos expertos en detección, junto con el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y la Fundación Instituto de
Investigación Sanitaria Valdecilla (Idival), están desarrollando una novedosa herramienta que ayude a la lucha contra el cáncer, centrándose en la prevención y el diagnóstico precoz como principales medidas para lograrlo. Inicialmente se han diseñado dos estudios centrados en el cáncer de Pulmón y
Colon, estando previstas otras líneas de investigación en relación a otros tipos de cáncer una vez se demuestre la eficacia del potencial olfativo de los perros en el ámbito sanitario, ampliando así la utilidad social a la que nos tienen acostumbrados como en el desempeño de otras funciones en materia de detección de drogas, explosivos o búsqueda de cadáveres y de supervivientes
en catástrofes.
La huella olfativa del cáncer es un proyecto con una utilidad potencial enorme para la sociedad, en la que La Fundación Seve Ballesteros ha colaborado donando 18.900 Euros que han sido empleados en la adquisición de un vehículo de transporte para trasladar los perros de su domicilio al centro de
trabajo.
La primera evidencia científica de que los perros podían detectar el cáncer se remonta a 1989 (Williams y Pembroke), donde la revista científica “The Lancet” recoge el caso de una mujer de 44 años cuyo perro lamía de forma continuada un lunar que tenía en su pierna izquierda. Alertada por tal comportamiento, la mujer fue al médico siendo diagnosticada de cáncer de piel (melanoma). Desde
entonces son múltiples los artículos publicados en relación a la posibilidad de una nueva herramienta de diagnostico del cáncer basada en el olfato de nuestros compañeros de vida los perros.
En la actualidad son varios los países que vienen desarrollando proyectos de diagnostico sanitario, centrándose en enfermedades como el cáncer, diabetes, epilepsia, infecciones parasitarias (Malaria) , bacterianas (Clostridium difficille ) y víricas (SARS-Cov-2), aprovechando la extraordinaria capacidad
olfativa del perro.
Lo novedoso de este proyecto es el empleo de muestras de aire espirado, reuniendo la simplicidad y escasa invasibilidad en la toma de muestras, permitiendo su fácil conservación y almacenamiento hasta ser evaluadas por los perros en el centro de trabajo alejados del paciente.

 

Otra de las novedades se centra en la selección de perros, realizada entre un total de 140 perros voluntarios de familias de Santander, habiendo sido seleccionados los 15 que presentan mayores cualidades para el adiestramiento y potencial olfativo.
El empleo de perros domésticos, mascotas, va a permitir estandarizar un método para el adiestramiento de perros que a través del olor de muestras de aliento puedan identificar y reconocer el cáncer por su composición química, a lo que llamamos huella olfativa del cáncer.
El adiestramiento se está llevando a cabo en varias fases con el fin de determinar el grado de eficacia de la prueba. En la actualidad los perros se encuentran en la primera de las fases donde deberán determinar si una persona tiene o no cáncer. Una vez se supere esta fase con éxito se combinaran muestras de pacientes con cáncer con muestras de pacientes que padecen otras enfermedades. Siendo esta fase superada el objetivo final consistirá en integrar esta prueba de diagnostico en las campañas de cribado.
Las ventajas que ofrece este sistema de diagnostico con respecto a los que se emplean en la actualidad son múltiples, destacando entre ellas; el bajo coste, la escasa o nula invasibilidad en la toma de muestras, alta sensibilidad y especificidad (como muestran los estudios publicados), fácil interpretación de los resultados (si/no), posibilidad de empleo en diagnostico y seguimiento,
apoyo al desarrollo de otros sistemas electrónicos (nariz electrónica) con los datos obtenidos.
Proyectos de este tipo, alejados de conceptos convencionales, pese a ser avalados científicamente por decenas de estudios en todo el mundo, no podrían ser llevados acabo sin acciones como las desarrolladas por la Fundación Seve Ballesteros

Más noticias Biodogtor